Rubia por naturaleza, pero castaña por su trabajo en la telenovela Camaleones, en la que interpreta a Francisca, la recta y estricta directora del Colegio San Bartolomé, Edith González reveló a Función que este cambio no le gustó a Constanza, su hija de cuatro años.
“Tenía toda la intención de volver a ser rubia, porque mi hija me lo está pidiendo. Todos los días hace un comentario al respecto, ya quiere identificarse con su mamá, quiere verme igual que ella con el pelo amarillo y lo entiendo, supongo que para ella es extraño verme así, pues no nos parecemos.”
Sin embargo, González aseguró que la niña sabe diferenciar la realidad de la ficción y sabe que esta imagen pertenece al rol que Edith interpreta en la trama.
“Tiene claro que hay personajes buenos y malos, entiende que los que salen en la televisión y el teatro no existen en la vida real. Eso le quedó claro con Bianca Marroquín, a quien adoró en La novicia rebelde, pero cuando supo que no es la novicia fue difícil, pero ya lo comprendió, lo mismo pasa con lo que hago”, comentó González.
La actriz reiteró que no le gusta platicar de su vida personal.
“No me gusta hablar de mi chiquita porque es totalmente privado y ya toca el terreno de lo íntimo, sólo puedo decir que ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida y que no hay día que Constanza no me sorprenda”, dijo Edith, quien agregó que para ella también sería una bendición regresar a su tono natural.
“La verdad es que en lo personal ya quisiera ser rubia porque me da mucha flojera ir al salón de belleza, es muy cansado”, bromeó.
Pero para su papel en Camaleones, además de mantener la cabellera castaña, tono que adquirió para encarnar a Doña Bárbara en la versión colombiana de la telenovela homónima, Edith hizo muchos cambios en cuanto a la actitud y personalidad de Francisca, su personaje.
“Construirla fue un trabajo laborioso, porque venía de un personaje que era un torbellino, aguerrido y tosco (Doña Bárbara), y Francisca es una mujer recatada, seria; es directora de escuela, recta y honesta. Así que, aunque parezca una tontería, tuve que hacer planas del himno nacional forzando mi escritura a que fuera más hacia el frente, como una maestra profesional”, comentó Edith.
Otro aspecto importante de este personaje es que con éste González da el saltó a una plenitud como actriz, en la que sin temor le da vida a la mamá de una adolescente (Sherlyn), paso que no muchas compañeras están dispuestas a dar.
“No veo conflicto. Ante todo es una actuación, no es cuestión de edad, sino de dar lo mejor de ti en cada interpretación.
“Francisca maneja la disyuntiva de la mujer actual, la que trabaja y no sabe cómo compensar el tiempo que falta en casa. Hay mucha necesidad laboral y de realizarte como profesional. Las mujeres estamos buscando un nuevo espacio, estamos tratando de inventarnos un lugar social y eso es lo padre de este personaje”, dijo.
La actriz no teme enfrentarse a una sobreexposición —actualmente podemos verla en la repetición de Salomé, recientemente concluyó la transmisión de Doña Bárbara y participó en Mujeres asesinas 2— y afirmó que por eso escoge proyectos diferentes.
“Claro que como actriz me arriesgo a que se desgaste mi imagen, pero por eso tomo proyectos que sean de riesgo. Si escogiera un trabajo en el que el público espera verme, entonces sí desgastaría mi imagen, pero cuando hago algo diferente el público se sorprende, aunque por supuesto siempre se corre el riesgo”, acotó.
Edith se siente honrada porque los productores de cine, teatro y TV de México y otros países la han considerado para sus proyectos y eso, dice, no es muy común.
“En Colombia me ofrecen una serie. Allá hay un gran abanico de posibilidades que me hacen reflexionar mucho. Se está volviendo un mercado interesante, aunque te hacen trabajar mucho, pero también te consienten, quizá después de este proyecto podría irme nuevamente para allá”, reveló.
“Estoy muy agradecida, tengo muchas propuestas de trabajo y eso no pasa con todas las actrices, me llena de orgullo y es un honor que se fijen en mí”, afirmó.
De hecho, González tiene pensado compaginar la telenovela con otras opciones de la actuación.
“Tengo propuestas de cine y teatro y quiero hacer algo más, aún no decido, pero tiene que ser antes de octubre”, comentó la actriz, quien se negó a dar detalles.
Mientras tanto, González también se ocupa de ayudar a recaudar fondos para el estreno de su más reciente cinta que filmó en 2008.
“Aquí cuesta mucho trabajo levantar el dinero. Ya estamos en los últimos cortes, es una buena película en la que nadie tiene un nombre. En ella actúan Ari Borovoy, Paola Núñez, Christian Bach, Pedro Damián, Leonor Varela y la dirigió Antonio Zavala”, afirmó.
La actriz considera que ha tenido suerte, pues en su carrera de más de 30 años ha interpretado papeles trascendentales y así lo presume.
“He sido muy afortunada porque he tenido proyectazos como Bianca Vidal,que fue la telenovela que abrió el mercado en China. Otro juguetote fue Corazón Salvaje, porque Mónica es un personaje que creció de principio a fin; por supuesto Aventurera, Salomé, eso es padre que me permitan hacer lo que quiero, además de Doña Bárbara y ahora Francisca”, dijo.
Sin embargo, considera que aún tiene cosas por hacer.
“Me falta todo porque cada día es reinventarte. Si hoy me muriera me quedaría con la angustia de decir: ‘Chin, no hice esto o aquello’. Quiero cumplir todos mis sueños profesionales, hay una parte de mí que ama ser actriz, porque me permite conocer gente y no sólo física, sino los personajes, que los siento, entiendo y amo profundamente, eso es hermoso”, concluyó
2007
2008
2009
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Telenovela: Camaleones.
